
Despues
de varios libros malos (y uno realmente pesimo) empecé a leer esta novela: la compre en la
Feria del Libro y la guarde con celo para un buen momento porque tenia el presentimiento de que me gustaria. El tema de los migrantes siempre me ha llamado la
atencion, hace unos años visite la casa del Migrante de Saltillo y
por unos dias reflexione sobre sus problemas y su dificil paso por nuestro pais. De ese
trayecto se denuncia de manera muy fuerte en la novela, con algunas frases
provocativas y acidas. Me agrado la personalidad de La Negra, esos
intentos de ayudar aunque fuera con sus posibilidades, a los migrantes
afectados por la violencia. Ortuño escribe de la discriminacion y la
violencia contra estas personas de forma seca y retadora. Todo el
sistema esta tan corrompido que no sorprende en nada, ni al lector ni a los personajes. La Negra se mete
en un problemota que desde el principio sabe que le llegaria a suceder.
El climax es poco convincente, pero prefiero pensar en los capitulos
finales como un buen cierre abierto para la trama. Un funcionario le
dice al nuevo Delegado de la ciudad: aca es el puro infierno,
Licenciado. Si uno cae, no sale. Y hay que trabajar.
No
hay nadie que escape de la violencia, y cualquier intento de ayuda
es enterrado y olvidado a las pocas semanas y la lucha continua para
todos.
Buena
novela para los interesados en el tema Migratorio. Es una lastima que
Ortuño ahora escriba sobre otros temas que son bastante aburridos,
porque me gustaria que se acercara mas a este tipo de historias y
personajes. La migracion necesita mas proyeccion en nuestra literatura,
pero con la atencion y seriedad que le da Antonio, y no como un folleto
periodistico de la violencia en el sur del pais que algunos escritores
aprovechan para vender el tema sin llegar a su fondo.